Hecho en Allocco
Fernando Der Meguerditchian, Lu Harreguy, Juliana Faggi, abril 2014
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Resumen :
Entrar en Allocco es cambiar de atmósfera, es entrar en un espacio que parece detenido en el tiempo, aquel de 2012 en el cual funcionaron las maquinarias por última vez. Hay silencio, excesivo silencio, en un extenso territorio dominado por titánicos dispositivos mecánicos de asombrosas dimensiones. ¿Cuán magnífica habrá sido la sinfonía de producción en momentos de bonanza y horas extras?
En estos momentos de tensa calma, hundidos de lleno en la incertidumbre del destino de más de 100 familias y de sus futuros, brillan los ojos al contarnos las pasadas glorias, motivo de relato de los trabajadores que amablemente abrieron las puertas a nuestra llegada. El ambiente es afable, cargado de curiosidad por lo que estamos planeando hacer, visibles ansias de contar experiencias, ganas de que se sepa qué es lo que sucedió en una de las empresas que creaban maquinarias para el procesado del « yuyo » de moda, la soja.