Transición Energética Democrática
proyecto TRADENER (Transición Energética y Democracia), January 2020
Summary :
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El proyecto TRADENER (Transición Energética y Democracia) conformado por las organizaciones Ekologistak Martxan, Ingeniería Sin Fronteras País Vasco/Mugarik Gabeko Ingeniaritza (ISF/MGI) y la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) dentro del trabajo de estos tres últimos años, ha realizado estudios sobre la Transición Energética Democrática en distintos países y lugares elegidos por su relevancia o por nuestra conexión co ellos desde el ámbito académico y/o activista.
Parte del presupuesto de que es preciso (obligatoria!) una transición energética que supere nuestra dependencia de los combustibles fósiles (y otras formas de gran impacto como la nuclear, hidroeléctrica o los agrocombustibles) pero que también debe ser democrática. Para ello creemos que debe tener en cuenta a todas las personas, y por el carácter global de la sociedad en la que vivimos eso supone incluir en la ecuación también a otros países, regiones, comunidades y ecosistemas que cuentan muy poco en la política global en cuanto a tomar decisiones o disfrutar de los recursos, energía, etc.
Los casos han sido producidos por miembros del equipo investigador de TRADENER o por compañeras y compañeras de otras universidades y organizaciones. Todos ellos nos ofrecen una imagen muy completa del actual estado de la energía y también de esa transición que anhelamos, que ya ha calado en las instituciones, pero que como de estas investigaciones se desprende, tan poco se ha desarrollado. Es de destacar su nulo desarrollo en el Sur, que nuevamente es escenario de expolio, de destrucción y contaminación, de conflicto social, y excluido de políticas de mejora ambiental.
Los casos incluyen:
Bolivia
Brasil
Catalunya
Colombia
Chile
Dinamarca
Ecuador
Guatemal
Honduras
Lakota (Isla Tortuga)
México
Portugal
Rojava (Kurdistán)
Sahara Occidental
Uruguay
Venezuela
Dentro de ese concepto amplio que es la Transición energética y Democracia, y que como decimos hoy en día es asumida por políticos e instituciones, distinguimos distintos elementos en los que hemos basado nuestra investigación y que se incluyen en las investigaciones en mayor o menor grado: algunas tratan casi la totalidad de ellos, otros temas más específicos:
Transición (energía).
Seguridad y soberanía
Justicia Climática
Acceso/Pobreza energética
Gobernanza: gestión pública, berrudalerriratzea, nacionalización, cooperativas
Tecnología (apropiada, etc).
Normativa
Distintos actores con distintas responsabilidades, con distntos impactos:
Empresas Transnacionales (ETN)
minorías /indígenas
trabajadoras
mujeres
cooperativas
bancos
usuarias/os
Distintos procesos y fases en los que la energía se utiliza y tiene también distintos efectos, distintos grados de participación, etc:
extracción, producción, transporte y distribución
financiación /comercialización
militarización, represión y criminalización
deuda ecológica
economía energética
movimientos sociales
gobernanza: gestión pública, berrudalerriratzea, nacionalización
Transnacionales: la energía actualmente, salvo contados casos, está en manos de empresas transnacionales. Entre las empresas transnacionales más poderosas y ricas del mundo se encuentran empresas energéticas (petroleras, eléctricas). Operan en mucho países, imponiendo su criterio y produciendo muchos beneficios, por entender la energía como una mercancía. Con ellas existe toda una estructura de la que se beneficien, así como normativas internacionales, tratado de comercio e instituciones internacionales que las amparan. Estas transnacionales controlan las actividades de extracción, procesamiento, transporte y comercialización de la energía. Una transición justa y democrática hacia un nuevo modelo energético supone superar este marco. Para ello debemos mantener nuestra crítica a este modelo y mostrar las numerosas afecciones democráticas de las transnacionales en el ámbito energético.
Deuda energética/huella energética/ecológica: impactos del sistema energético en otros lugares, gentes y medio ambiente. Al mismo tiempo ese sistema energético puede tener un impacto en otros sistemas energéticos. Si se contrasta con la huella de esos oros para con nosotros, hablamos de una deuda.
Justicia climática/ambiental: nuestro sistema energético impacta en el cambio climático, que ha su vez es sufrido más por los que menos consumen y contaminan, y tiene más efecto en medios ambiente lejanos a estos (deuda del carbono). Por lo que una transición justa y democrática energética conllevará el superar esta afección.
Financiación: sin duda el actual modelo energético está condicionado por su financiación, ya que no sólo las empresas meramente energéticas se benefician con la energía sino que también los bancos que financian los proyectos cobrando altos intereses por sus créditos. Al igual que las transnacionales, los bancos se benefician en estas actividades de estructuras, de normativas, de instituciones internacionales que también financian o de paraísos fiscales desde los que ocultan fondos y operaciones. Un modelo energético justo supondrá que no exista esa especulación y que en todo caso lo que se financien sean energías limpias y sin impactos en medio ambiente y las personas.
Laboral: un sistema energético más democrático conlleva el respeto de los derechos laborales. Por otra parte una transición justa y democrática hacia un nuevo modelo energético supone el que en el cambio tecnológico de energías los trabajadores también participen en esa transición para que no sean afectados sino que transiten de un tipo de trabajos a otros más respetuosos con el medio ambiente y las personas.
Gestión pública/cooperativa: una transición justa y democrática hacia un nuevo modelo energético conllevará el que las instituciones responsables de garantizar la energía (extracción, procesamiento, transporte, comercialización, desechos) cuenten con el mayor control democrático posible. Para ello los modelos que mejor pueden garantizar esa democratización son las empresas públicas o cooperativas. Para ello se plantea bien la remunipalización o nacionalización de empresas privadas, bien la creación de cooperativas.
Género: en la sociedad actual, en el patriarcado, la mujer está marginada en todos los niveles. Por eso no es menos en el aspecto energético. Ello conlleva que siempre debamos tener en cuenta a la mujer en las distintas afecciones. Una transición justa y democrática hacia un nuevo modelo energético conllevará una mayor participación de la mujer así como el entender esa marginación a la hora de plantear opciones y soluciones.
Tecnología: el actual modelo energético se basa en tecnología que con el tiempo se ha hecho más sofisticada y quizás en muchos caso no más eficiente, limpia etc. La transición democrática energética incluirá un análisis de la actual tecnología junto a propuestas que contribuyan a una mayor democratización social (acceso, económica, etc) y ambiental (limpia, renovable).
Militarización y represión, criminalización: los colectivos que cuestionan el actual modelo energético y/o que exigen cambios más justos o una transición energética sufren formas represivas y de criminalización que incluyen desde campañas mediáticas y de desprestigio, amenazas a encarcelamiento, ataques físicos o la misma muerte. También en la militarización que sufren la sociedad, las fuerzas que ostentan el poder también se sitúa del lado del modelo hegemónico energético. El control energético provoca numerosos conflictos en el mundo
Ciudades y territorios en transición energética: propuestas que ya se están planteando y materializando en municipios y comunidades hacia una transición energética.
Acceso y exclusión energética (pobreza): entendemos la energía como un derecho de las personas igual que la alimentación y el agua, el hogar, la salud. Por ello una transición justa y democrática hacia un nuevo modelo energético debe garantizar el acceso a la energía de todas las personas, tanto en los países enriquecidos como en los empobrecidos. En ese sentido, es clave el entender la energía como ese derecho y no como un producto para el enriquecimiento y la especulación. A este respecto se debe hacer un apartado especial para las minorías étnicas y culturales, marginadas de muchos aspectos sociales, y en muchos casos también del energético a la hora de acceder a la energía, y/o marginadas legalmente, sufriendo indefensas los impactos de actividades energéticas.
Instituciones administrativas y políticas: si bien la transición energética para ser realmente democrática debe basarse en entidades públicas, las actuales instituciones actúan como colaboradoras delas ETN o en muchos casos como puentes para acceder a cargos, favores, etc. Por ello es preciso el realizar un análisis del actual papel de las instituciones y denunciar su colusión con las ETN.
Movimientos sociales: la transición energética democrática será impulsada por los movimientos sociales que son quienes históricamente además de exigir derechos sociales y ambientales son los que han planteado alternativas y propuestas. Actualmente existen muchas experiencias (algunas exitosas otras no) que deben ser tenidas en cuenta y ser seguidas.
Daños e impactos: el actual modelo energético provoca muchos daños e impactos no sólo a nivel ambiental sino también humano (salud). Las propuestas para una transición energética deben tener en cuenta estos impactos para ser realmente democrática.
Norte – Sur: la transición energética para ser totalmente democrática tendrá que tener en cuenta al Sur, las economías empobrecidas y expoliadas a su vez de recursos energéticos. La transición energética democrática tendrá que suceder sin incidir negativamente en el Sur o no más de lo que ya está haciendo desde hace años y en especial desde la crisis del petróleo de 1973, la crisis de la deuda de la década de los noventa y sus posteriores imposiciones neoliberales (privatización, etc) y desde el pico del petróleo reciente.
Colapso o transición: el actual colapso (picos de materias incluidas combustibles fósiles) así como las propuestas que se hacen en este sentido deben ser incluidas en un análisis energético pues en muchos casos van parejos, pero también porque plantean otros aspectos y perspectivas.